Estimado y admirado tocayo, yo entiendo que usted es un luchador y franco exponente de sus criterios ciudadanos y sobre todo, un magnifico cubano. No tengo dudas en cuanto a esto; lo que le voy a exponer con toda humildad es mi propio punto de vista que quizás, este enfocando, desde una posición diferente, pero valida.
La primera bestia negra: Se ha podido comprobar, que los dirigentes cubanos no son ideólogos; ni siquiera de la peor clase. El sistema que controla nuestro país, comenzó como una revolución social de carácter liberal; porque de manera muy frecuente, es como comienzan todas las revoluciones. Pero quizás, muy pocos de sus dirigentes lo eran, los que de verdad idealizaban a una Cuba justa para todos, fueron en su mayoría los que murieron, en un gran porciento, los otros, buscaban el poder y una posición dentro del nuevo sistema, que les podía proporcionar esa oportunidad. Estos últimos, fueron calculadores y se arriesgaron lo mínimo, para así estar presto a disfrutar de Las Mieles del Poder, cómo escribió en sus irreflexiones el más interesado de ese grupo; el cual se acogió a una ideología arbitraria, obsoleta y seudocientífica, para poder justificarse en el control de poder, que había usurpado a La Revolución Cubana, al triunfar en 1959; dándole un golpe de estado a los verdaderos revolucionarios; para entronizarse en el Cetro de la Contrarrevolución que impuso de forma traidora; aprovechándose de una base mística, alegórica y carismática derivada de la magia ocasionada de la sangre derramada por los jóvenes mártires.
Estos contrarrevolucionarios, siguieron las enseñanzas de sus maestros bolcheviques, de iguales calañas y se unieron a ellos en su afán de dominar al mundo y hacerse un altar en la historia. Pero el altar no era un pedestal redentor del alma del pueblo, más bien era el altar del sacrificio, donde se vertió la sangre de los muchos inmolados para el beneficio de los bastardos renegados y demagogos; que impusieron el dogma en contra la razón y el análisis inteligente. Resucitaron a la inquisición y a los inquisidores de siglos pasados y volvieron a las andadas. Pero ahora, negando a Dios y a todo los que mostraran un ápice de liberalismo y evolución humana, porque estos malvados, niegan la luz y todo lo que es espiritual, sobre todo, aquello que refleja la grandeza del espíritu humano. Por eso, ellos no pueden establecer un dialogo con los que son racionales, no les interesa; como el inquisidor tampoco podía sostener un dialogo inteligente con el sabio, con el científico; porque sencillamente no puede exponerse, no lo acepta. Para ellos es más fácil endilgarles los epítetos de herejes, gusanos, u otros que solo les serian aplicables a ellos, pero los saben usar con eficacia propagandística contra sus opositores.
Esos que mañana dialogarían con el exilio en igualdad de condiciones no son el enemigo mi tocayo, esos son aquellos que aunque aparentan apoyar a aquel régimen exigente no son los bastardos que lo defienden de verdad. Aquellos otros, van a morir junto con sus sistema, porque son soberbios e iracundos; porque en sus mentes no cabe el dialogo y la diferenciación. Son totalitarios y absolutistas como el sistema que los engendra y los condiciona a ese callejón sin salida.
Los que queden para dialogar con el exilio, son el exilio frustrado, aquellos que habrían sido parte de los que huyeron como nosotros si hubieran podido, pero por razones múltiples no pudieron hacerlo y fueron muy sufridos y sacrificados por tener que reír como el payazo cuando más bien querían llorar, porque tenían que seguir su función sin detenerse. No, esos son cubanos buenos e inteligentes, muchos de ellos al igual que los mambises, que esperaban el momento sublime del levantamiento, esperan el momento que la historia les señale. Estos que nos pertenecen, igual que nosotros a ellos; ellos son nuestros hermanos gente de a pie, de a caballo o de a carros, antiguos o modernos no importa; incluso a pesar de ostentar grados y tener posiciones; porque lo que tienen se los han ganado con su inteligencia y capacidad sin chivatear ni matar a nadie. El que lo hizo, ese es del bando enemigo y tendrá que dar cuentas, pero el que sobrevivió sin mancharse las manos en sangre de cubanos; ese no, ese no tendrá que preocuparse de nada.
El enemigo no sabe conversar, sino te saca ventajas, pero ese, puede ser cualquiera un general o un cantautor esbirro y lacayo o simplemente un miembro del comité de defensa o un profesor universitario. Es la naturaleza baja de los hombres y mujeres de poca clase moral lo que los hace despreciables. Inclusive estos los puedes encontrar pasándose por exiliados o haciéndose pasar por pertenecer a algún grupo musical contestario, aunque se llame Silvio Rodríguez o “Silvito el Libre” Los hay hasta dentro de los gobiernos extranjeros incluyendo al de Estados Unidos.
La segunda bestia negra: No creo, que se pueda llamar embargo, bloqueo o como lo quieran llamar, a la acción económica llevada a cabo contra un gobierno, que ha demostrado de forma fehaciente, que en lo material, no ha sido afectado por esa disposición. Porque ¿Cómo se puede justificar la presencia militar del tal gobierno, que ha mandado tropas a todos los continente que componen este planeta? Llevando en esa guerra, a ciento de miles de combatientes, con armas y todo tipo de apoyo logístico, en contra de todos los que quieren vivir de forma pacífica y democrática. Sobre todo, entendiendo que este, mal llamado gobierno, ha demostrado que siempre va a encontrar manera de justificar su soberbia y mala intención, en acciones de todo tipo y sobre todo económicas, que con premeditación, estropean y arrasan por simple capricho y maldad en contra de su pueblo, al cual, lleva al hacinamiento con fines represivos que aprendió de un genocida; el tal, Valeriano Weyler y hasta de otros peores.
Su actitud, no es de gobernar a un pueblo, aunque se las dé de gran estadista a imitación de un Cesar; siendo únicamente comparable a Nerón o Calígula, que en todo caso, sería con los que tiene similitud semiótica. Su verdadera intención, siempre fue robar, vejar y humillar; a la tierra que para su desgracia, le dio la oportunidad de nacer en ella y sin embargo, es a la cual él más odia; precisamente, por su propia condición de bastardo. Ellos, los hermanos y sus secuaces, quieren que les quiten el castigo, pero sin ningún tipo de condición. Lo cual no significa que lo desean para favorecer a la nación; más bien, para robarle al pueblo cubano, una vez más, lo que le pertenece y después, seguirlo despreciando con todo su odio visceral. Como sigo diciendo, con su rabia de bastardo, porque solo los bastardos pueden odiar a sus madres, a sus hermanos y hasta a sus patrias.
¿Quién sería aquí La Bestia Negra mi admirado tocayo? No, seguro estoy que no es el insignificante embargo; pensando estoy, que este se ha establecido más por una actitud de táctica, que por una necesidad real de castigar al amigo protegido, para hacer ver lo contrario. Hubo un gran amigo de nosotros, que en preclara intuición describió al padre de este feo engendro, que por desgracia nos ocupa. ¿Quién fue, mi estimado tocayo, quien escribió aquella observación o advertencia, que nos alertaba: Viví́ en el mounstro y le conozco las entrañas? Ese si estaba claro, como decimos nosotros; pero para nuestra esperanza, siempre dejó la sentencia contra El Mounstro y su engendro La Bestia Negra; mientras, que al mismo tiempo nos redime a Los Desterrados y a La Amada Patria, cuando en su metáfora nos dice: Mi Onda es la de David.
La tercera bestia negra: Puede que sea, el resultado de una acción estúpida mal calculada. Pero que sin ánimo de justificar, les puedo hacer entender, que no todos sabemos desviar los sufrimientos y frustraciones de la misma forma; todo va en juego con muchos factores de vivencias. Aquel que desde muy pequeño se dedico a la lucha con el deseo de ver un día a su país brillar como un faro americano de luz para todo el mundo; que siguiendo los postulados de Martí, Nuestro Apóstol, los abrasó con todas las fuerzas de su alma y un buen día se vio traicionado por aquellos a los que quizás más admiró y a los que sin medir esfuerzo les entregó su juventud y sacrifico su preparación personal, por aquellos ideales después traicionados. Hoy tal vez, sin tener una educación para entender a los demás y sobre todos, a los que sin saber los juzgan, al verse llenos de frustración no saben buscar otra salida a sus dolores y se lanzan sin pensar a hacer algo; cualquier cosa, que les haga sentir que no están envejeciendo y muriendo por gusto y sobre todo sin hacer algo. Al menos, algo que ellos piensan, puede molestar a sus enemigos que tanto daño les ha hecho.
Al menos; le han tirado un gollejo a un chino. ¡¿Qué tristeza?!
Por último, la cuarta y última bestia negra: Esta última acción de aquellos, que a tiempo, se han separado del enemigo demostrando que en realidad, sus deseos son, tratar de lograr una reunificación con sus hermanos y combatir por cualquier vía a favor de nuestra suprema causa, también tienen derecho a expresarse; en la base del derecho que todos tenemos a resarcirnos de cualquier error cometido. Por otro lado, ahora no es el momento para los reproches y desuniones, debemos amarrar todos los cabos que nos permitan halar a favor nuestro con un solo objetivo en nuestras mentes y corazones; la liberación de Cuba Nuestra Patria, de las manos de estos facinerosos con pretensiones mesiánicas, que nos han hecho sufrir más que a los israelitas en la Península del Sinaí, cuyo lugar se puede entender como una analogía semiótica de lo que nuestros enemigos han convertido a nuestra Cuba.
Con todo respeto y admiración para usted: Nicolás Enrique Chávez Manduley
No comments:
Post a Comment