Saturday, March 20, 2010

REALIDAD CONFUSA

Por no seguir mi instinto, perdí mi oportunidad,
Aquel me marcó un camino que yo no supe mirar,
Me pareció…. irrealidad de las tantas de esta vida,
Imaginé que sería de mi mente una ilusión.
Pues sentí en mi corazón momentos de fantasías
Confusiones, alegrías desmedidas y caóticas,
Y no le encontré la lógica a aquello que yo sentía.

Aquella mujer llegó al rincón donde yo estaba,
Buscando de los consejos de mi Dios: las profecías,
Y lo menos que sabía, era que yo la miraba,
Lleno de pasión y ganas de retenerla conmigo,
Pero ¡ay! Mí querido amigo: ¿Cómo voy a pedir eso?
Sin parecer un enfermo de la mente y sin razón,
Y rompiera al corazón, que no aguantaba su peso.

Ella me pareció bella, aunque quizás: no era tanto,
Pero así son las quimeras que nos crea el corazón,
Don Quijotes el de La Mancha, vivía sus ilusiones,
Luchaba a su Dulcinea reina en su imaginación,
Haciendo que de aquel lodo y de los trapos roídos,
Surgieran las cosas bellas, que de su alma extraía,
Para el amor de su vida: y la fuente de sus sueños.

Y yo, tan común mortal, que ni imaginación tenía,
Que de valor requería para contarle mis sueños,
Aunque parecían ingenuos sentía muy, muy adentro.
Provocándome emociones dentro muy dentro de mí;
Fui aquel que deseó obtener aquella mujer deseada,
¿Cómo podía retenerla, y… abruptamente lograrla?
¡Sin parecer estar loco… y se burlara de mí!

¿Cómo cobarde... Callé? No exprese mis sentimientos,
Me quedé con ellos dentro, sin dejarlos navegar,
La mujer se fue a viajar hacia la ciudad de hierro,
Que construida con concreto, crea sueños e ilusiones,
Y provoca las pasiones como de hombres de mujeres,
Al disfrutar los placeres del que a luchar se dedique.
¡Y aunque solo me quedé, traté no sentirme triste!

Yo me creé un compromiso buscándome una ilusión,
Traté de sentir pasión por las cosas de esta vida,
Que a mí, me estaban prohibidas, que no eran para mi,
Y seguí viviendo así, desarrollando el destino,
Buscándome ese camino, que para andarlo nací,
Yo volví a saber de ti, de que ya habías regresado,
Pero me quedé estancado; seguía yo muy perdido.

Han pasado muchos años desde aquella linda vista,
Aquella muchacha fina que tanto yo había admirado,
La encontré por otros lados, en casa de unos amigos,
Sigue hoy viviendo sola, yo siguiendo otro camino,
Sin felicidad tampoco, sin saber que hacer contigo,
Me apena proponerle: comparta amores conmigo,
¡Y en el fondo de mi alma quisiera verme contigo!

En un lugar bien bonito, te quisiera yo encontrar,
Estar solos para hablar de las cosas de los dos.
Quizás sea la confusión de mi mente que inconsciente,
Se me presente caliente de deseos para ti,
Yo nunca te he hablado a ti, de las cosas que me pasan,
No se si tengas las ganas de escuchar lo que propongo,
¡Pues quisiera me permitas compartir contigo todo!

De todas maneras: mujer, que me creas confusiones,
Encendiendo las pasiones de mi cuerpo y de mi mente.
Aquella hembra inconsciente que conquistando mi amor,
Me dejó una sensación de sus perfumes y olores,
Que disfruté por las noches después que ella se marchó,
¿Tal vez no esté en tu conciencia? ¿Quizás no te lo imagines?
Si realmente por tu mente, no pasó ni aquel recuerdo,

Hoy los dos somos amigos y nos llevamos muy bien,
Esto a mi me hace creer, que para amar de verdad,
No se puede calcular, no hay estudios ni razones.
Hay locuras, ocasiones que nos presenta el destino,
Pero siendo atrevidos… ¡Si podríamos sorprender!
¡También gozar del placer que nos regala la vida,
Hacer volar fantasías y lograr felicidad!

En nuestros caso concreto… ¿Sabemos no pasó nada?
Pero, ¿Quién sabe las cosas?... ¡Puede ser que sí pasó!
¡Quedaron los pensamientos, quedaron las reflexiones!
Se definieron razones, hubo amores hubo poesía,
Que hace falta alimentar y regar como a las flores,
Hacer crecer las pasiones de las almas que se buscan,
¡Hágase nuestros destinos! ¡Gocemos nuestros amores!

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